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El verdadero riesgo de incumplimiento en rentas en México

  • Foto del escritor: Jahir Ramírez
    Jahir Ramírez
  • hace 19 horas
  • 3 Min. de lectura

Hablar de arrendamiento en México es hablar de confianza. El propietario entrega su patrimonio a un tercero con la expectativa de recibir puntualmente la renta y recuperar el inmueble en buenas condiciones. Sin embargo, la realidad es que el incumplimiento en rentas es mucho más frecuente de lo que comúnmente se piensa, y las cifras disponibles lo confirman.


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El tamaño del problema


En México, a diferencia del sistema financiero, no existe un registro oficial consolidado que publique la tasa de morosidad en arrendamientos. Sin embargo, diversos estudios y reportes nos permiten dimensionar el riesgo:

Informalidad: el Infonavit reporta que 46% de las rentas en México se celebran sin contrato escrito, lo cual significa que prácticamente la mitad de los arrendadores están expuestos a problemas de impago sin una base legal sólida para defenderse.

Incumplimiento: portales especializados como Inmobiliare y Real Estate Market coinciden en que alrededor del 20% de los contratos de arrendamiento tienen riesgo de caer en incumplimiento, es decir, uno de cada cinco arrendadores puede enfrentar falta de pago en algún momento del contrato.

Conflictos legales: otros reportes señalan que hasta el 25% de los arrendadores ha tenido problemas con su inquilino, que van desde retrasos en los pagos hasta procesos judiciales de desocupación que pueden tardar meses o incluso años.


Si bien los porcentajes pueden variar, el mensaje de fondo es consistente: el arrendamiento en México presenta un riesgo significativo de impago, mucho mayor al que suele reconocerse en la práctica.


Causas estructurales del incumplimiento


¿Por qué tantos contratos de arrendamiento terminan en incumplimiento? Las razones son múltiples y se combinan de manera negativa:

1. Falta de formalización: la informalidad sigue siendo la regla en el mercado. Al no existir un contrato válido o al utilizar formatos improvisados descargados de internet, el arrendador queda desprotegido frente al incumplimiento.

2. Ausencia de filtros previos: en muchos casos no se verifican los ingresos, historial crediticio o referencias del inquilino. Esto lleva a que se firmen contratos con arrendatarios sin capacidad real de pago.

3. Contratos mal estructurados: aun existiendo un contrato, la falta de precisión en cláusulas clave (garantías, plazos de vencimiento, intereses moratorios, causales de rescisión) debilita la posición jurídica del propietario.

4. Procedimientos judiciales lentos: aun con contrato, el arrendador se enfrenta a juicios de desocupación que pueden prolongarse, generando meses de pérdida económica.


La combinación de estos factores explica por qué el arrendamiento es uno de los negocios jurídicos más vulnerables en México si no se maneja con respaldo legal adecuado.


¿Cómo reducir el riesgo?


El arrendador prudente no puede confiar únicamente en la buena voluntad del inquilino. Tampoco basta con firmar un contrato improvisado. La prevención es la única estrategia efectiva. Algunas medidas básicas incluyen:

• Elaborar contratos personalizados redactados por especialistas.

• Verificar de manera seria los antecedentes y capacidad económica del arrendatario.

• Exigir garantías reales o personales, que respalden el cumplimiento de las obligaciones.

• Contar con asesoría jurídica especializada desde el inicio de la relación contractual.


No obstante, la herramienta más completa para proteger al arrendador es la póliza jurídica de arrendamiento.


El papel de la póliza jurídica


La póliza jurídica se ha convertido en un mecanismo fundamental para blindar el arrendamiento. No se trata únicamente de un contrato de seguro, sino de un instrumento que incluye verificación del arrendatario, redacción profesional del contrato y acompañamiento legal en caso de incumplimiento.


Sin embargo, es importante subrayar que no todas las pólizas son iguales. En el mercado existen empresas improvisadas que ofrecen pólizas “baratas”, pero que en realidad no cuentan con abogados especializados ni brindan un respaldo real en caso de impago. Estos esquemas suelen dar una falsa sensación de seguridad.


Por ello, mi consejo como abogado especialista en arrendamiento es claro: contrate siempre una póliza jurídica respaldada por abogados expertos en la materia, con experiencia comprobada en litigios de arrendamiento y desocupación de inmuebles. Solo así el arrendador podrá tener la certeza de que, ante un incumplimiento, contará con la estrategia legal adecuada para recuperar su patrimonio y exigir el pago de las rentas vencidas.


Conclusión


El arrendamiento en México es una actividad de alto riesgo: hasta uno de cada cinco contratos puede caer en incumplimiento. En un mercado informal, con contratos débiles y procesos judiciales complejos, la diferencia entre un arrendador protegido y uno vulnerable está en la prevención legal.


Quien renta sin contrato o sin póliza jurídica se expone a la pérdida de meses —o años— de rentas impagadas. En cambio, quien se asesora con profesionales y contrata una póliza jurídica respaldada por abogados especialistas, convierte un negocio de alto riesgo en una inversión segura.


En arrendamiento, como en derecho, la prevención siempre es más barata que el litigio.

 
 
 

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